Como muchos de vosotros supongo, soy uno de esos ilusos que
cree en la evolución de la sociedad, el deporte... hacia una situación mejor
que en tiempos pasados. Viendo la situación actual, muchas veces pienso que nos
encontramos en el siglo I de nuestra era y no en el XXI. Veamos por qué:
En esos tiempos existía en el gran Imperio Romano el Cesar,
alguien que se había auto convencido de que era de origen divino y que no se le
podía tocar, que sus decisiones e ideas eran las únicas validas y su persona
estaba por encima del bien y del mal.
También existía un senado que teóricamente se originaba del
pueblo, para que tomase las decisiones de sus conciudadanos e iguales, pero era
una mera ilusión, ya que mediante favores, chantajes y demás artimañas las
decisiones y el devenir del pueblo era decisión del todopoderoso Cesar.
Existía la esclavitud de forma que determinadas personas
sólo podían obedecer órdenes sin cuestionar el carácter de las mismas.
Una de las representaciones del deporte de la época era el
circo, donde en apenas unos días les
daban unas lecciones básicas a una serie de jóvenes y posteriormente los lanzaban a los leones sin saber que les podía
pasar. Alguno sobrevivía y tras la decisión del todopoderoso vivía o no,
siguiendo luchando hasta que le fuera útil o le matasen.
También de esta época es la famosa frase de "pan y
circo" que básicamente consistía en que el Cesar daba espectáculos a las
masas y repartía pan entre ellos para que estuvieran contentos y no se viese la
pésima gestión del Imperio.
Por último, como en toda forma de gobierno se cobraban
impuestos que si bien se decía al pueblo que era para mejorar su bienestar, en
realidad se utilizaba para pagar a los ejércitos del Cesar que servían para
ampliar su fama, poder y gloria sin que él se manchase las manos.
Pues bien, no queremos ni las sobras ni que nos
engañen. No queremos la esclavitud y
exigimos la mejora de nuestro bienestar. Basta ya de divinidades y esbirros a
su servicio, se necesita ya un cambio, un Máximo o un Espartaco que dé un giro
a la historia del baloncesto de Castilla la Mancha.
Creo firmemente en que esta
Asociación puede ser la que genere este tan necesario cambio, que devuelva a la
asamblea el concepto de "el pueblo y para el pueblo", que dé a esos
que se inician por la necesidad en el mundo del arbitraje, su derecho a ser
formados adecuadamente.
Sin más veo un objetivo claro que no es otro que todos,
árbitros, jugadores, directivos y entrenadores podamos disfrutar del baloncesto
en un entorno adecuado y lejos del imperialismo actual.
FIRMADO: UN ROMANO.
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